jueves, 29 de diciembre de 2011

The end of paralisis...

El fin de la parálisis fue verte parada ahí. Estática, inmóvil. Respirar este aire inflamado, quemarme los pulmones. El humo, él siempre baila. No importa quien lo fume, él siempre baila. Sin importar nada. Porque siempre baila. Oxigeno carbonizado.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

En este invierno...

Difundirse, propagarse, expandirse. Yo me quedo con mis noches de insomnio. Destruyendo cosas. Empezando por mis pulmones, y la voz. Morir constante. Infinito. Expirar incendiado.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Una cabeza de verticales, de horizontales.

A veces confundo, casi siempre. Ni siquiera se donde. No está muy claro donde acaba, donde se mezcla, donde se entreteje con la línea que la bordea. Siempre olvidas, no intuyes ese gusto por la luz de los días nublados. Tiene algo que la hace menos sintética que el resto de las luces. Tiene algo terrible. Tiene cenizas en el cielo. Y el color se cae. Es letal. El vértigo del final de la cosas...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Constante.

Mis días se vuelven. Apáticos. Habituales.
Y eso me pone triste. Pero es completamente ridículo, dicen que la apatía no siente. Dicen que me desgasta, me consume, me seca. Me deja escuálida. Como si a partir de ahora solo pudiese limitarme a vivir, como si a partir de aquí solo pudiese deslizarme por el tiempo y el espacio. Sin más función ni meta que esta. Tan neutra y vacía de cualquier cosa.

En el silencio viven los gritos, son oscuros, casi negros. O eso dicen...

domingo, 4 de diciembre de 2011

jueves, 1 de diciembre de 2011